Archivo mensual: noviembre 2011

INTRODUCCIÓN

La contaminación auditiva se refiere al ruido en exceso  el cual ademas es molesto, también se le  llama contaminación auditiva  a el exceso de sonido que altera las condiciones normales de una determinada zona.
En este blog vamos a hablar de sus causas y efectos en la salud.

EL RUIDO DEJA EN SILENCIO AL PLANETA

LINK: http://www.cienciaytrabajo.cl/pdfs/20/pagina%20A45.pdfEsta fuente es confiable porque es una revista científica la cual cuenta con un autor, teléfonos donde localizar al mismo y Fuentes de información.

La intensidad de las distintas actividades o fuentes sonoras se mide en decibeles (dB). La escala de medición sonora va desde 0 dB, que indica el umbral mínimo de percepción acústica, hasta el límite peligroso establecido en 160 dB por la OMS.
A nivel internacional se establece que un nivel de ruido entre 45 y 55 dB resulta molesto y desagradable. Estar expuesto a valores superiores a 85 y 120 dB puede causar la pérdida gradual, irreversible y permanente de la capacidad auditiva.
Una forma de advertir cuándo un sonido le hace mal al oído es cuando la persona se siente nerviosa, siente un zumbido o una sordera momentánea o se ve obligada a gritar para comunicarse.
Los efectos de la contaminación acústica para la salud son múltiples. Según explica el jefe del Servicio de Medicina del Hospital del Trabajador, Alejandro García, además de estrés, irritabilidad y ansiedad, el ruido puede provocar y agravar enfermedades cardiovasculares (por el aumento del ritmo cardíaco) y la hipertensión.
De hecho, un estudio realizado por la Agencia Federal Alemana de Medio Ambiente en el año 2002 demostró que la población expuesta a un nivel de ruido por encima de los 65 dB desarrolla, a corto plazo, un 20% más de ataques cardíacos.
“Al estar expuestas a ruidos intensos, las personas pueden sufrir de dolores a la cabeza y tener tendencia a actitudes agresivas, dificultades de observación, concentración y sordera”, asegura el especialista.
 
Trabajo ensordecedor
El sonido molesto y permanente también afecta el rendimiento intelectual y la productividad, tanto a nivel individual como en equipo.
Tanto es su impacto que, la pérdida temporal o permanente de audición a raíz de la exposición al ruido en el lugar de trabajo, es una de las enfermedades profesionales más comunes.
Según mediciones realizadas por el Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (Sesma) en 2000, el 30% de los trabajadores chilenos está expuesto a niveles que provocan daño auditivo irreparable.
Por si esto fuera poco, la hipoacusia es la principal causa de indemnizaciones y pensiones. Según la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), en 2000 representaba el 65% en el sistema de Mutualidades. Además, el 80% de las incapacidades permanentes producidas por enfermedades profesionales lo es por exposición al ruido.
El otorrino y miembro de la Sociedad de Otorrinolaringología, David Jofré, asegura que el perfil del paciente más afectado por ruido es principalmente hombre, de entre 50 y 65 años. Los más dañados son aquéllos expuestos con más frecuencia a máquinas como sierras, pulidoras, lijadoras, moto sierras, motores, turbinas, aserradoras y telares. En general, trabajos de fábricas que generan sonidos intensos y persistentes. También se ven afectados aquéllos expuestos a ruidos producidos por armas de fuego como el personal de Fuerzas Armadas o cazadores de tiro al blanco o el personal de los aeropuertos y de aviación.
Cristian Carriel, tecnólogo médico especializado en otorrinolaringología, asegura que el 40% de los trabajadores expuestos a elevados niveles de ruido (90 dB) tendrá pérdida auditiva a los 65 años. Muchos, incluso, estarán sordos, asegura.
“Por lo general, 85 dB durante una jornada laboral de ocho horas es el nivel permisible de ruido, aunque es mejor disminuir el ruido lo más posible”, afirma el experto.  Una de las maneras más eficaces de combatir el sonido molesto es tratar de atenuar el impacto de la fuente que lo produce, es decir, lo mejor es proteger los oídos.
 
Limites en aeropuertos
Los niños que estudian en colegios próximos a un aeropuerto internacional  tienen más dificultades para aprender a leer y desarrollar la memoria. Así lo plantea un estudio que midió el impacto del ruido de aviones en el proceso de aprendizaje de los menores, hecho en Inglaterra, Holanda y España entre abril y octubre de 2002. El informe, publicado en la revista médica británica “The Lancet” el año pasado, analizó a 2.800 niños de entre 9 y 10 años, de 89 escuelas primarias próximas a tres grandes aeropuertos: el Schiphol de Ámsterdam, en Holanda, Barajas de Madrid, en España, y Heathrow en Londres, Gran Bretaña. Según la investigación, los menores pueden retrasar hasta dos meses su edad de aprendizaje por cada incremento de cinco decibeles en el nivel de ruido aéreo.  Chile no está ajeno a este problema. El surgimiento de proyectos inmobiliarios cercanos al Aeropuerto Internacional de Santiago llevó a las autoridades sanitarias a trabajar en la elaboración de una norma para la emisión de ruidos en las terminales aéreas. La normativa que se dará a conocer a mediados de este año fue solicitada por el Ministerio de Transportes y la Dirección General de Aeronáutica Civil, con el propósito de fijar límites en todo el territorio nacional para la operación de los aeropuertos.  Así, se incluirá una modificación en las operaciones de los aviones respecto de, por ejemplo, su ángulo de aterrizaje. “Esta norma servirá como una herramienta que permitirá demostrar que un determinado aeropuerto cumple con la regulación. Por lo tanto, indirectamente se fijarán límites al crecimiento de la ciudad”, precisa Igor Valdebenito, jefe del área de control de ruido de la CONAMA.
 

Citación estilo APA:

Morales Claudia (Abril / Junio 2006),»El ruido deja en silencio al planeta»,»CIENCIA Y TRABAJO» numero(20),Citado[Noviembre 2011] URL:http://www.cienciaytrabajo.cl/pdfs/20/pagina%20A45.pdf


AMBIENTES ESPECÍFICOS

LINK:http://ecuacoustics.com/docs/oms.pdf

Esta fuente es confiable ya que es un documento creado por la OMS (Organización Mundial de la Salud), también cuenta con los autores y la manera de poder localizarlos.

Ambientes específicos

La medición del ruido basada únicamente en la suma de energía expresada con la medida convencional equivalente, LAeq, no es suficiente para caracterizar los diferentes tipos de ruido.
También es importante medir los valores máximos de la fluctuación del ruido, de preferencia, combinados con una medida del número de sucesos de ruido. Si el ruido incluye una gran proporción de componentes de baja frecuencia, se requerirán valores por debajo de los valores guía.
Cuando hay componentes de baja frecuencia, las medidas de ruido basadas en la ponderación A son inapropiadas. La diferencia entre dB(C) y dB(A) brindará información acerca de la presencia de componentes de baja frecuencia en el ruido, pero si la diferencia es de más de 10 dB, se recomienda realizar un análisis de frecuencia del ruido. Se debe tener presente que una gran proporción de componentes de baja frecuencia en el ruido puede incrementar considerablemente los efectos adversos sobre la salud.
 
Viviendas. Los efectos del ruido en la vivienda son trastorno del sueño, molestias e interferencia en la conversación. En los dormitorios, el efecto crítico es el trastorno del sueño. Los valores guía para dormitorios son 30 dB LAeq para el ruido continuo y 45 dB LAmax para sucesos de ruido únicos. Los niveles inferiores de ruido pueden ser molestos según la naturaleza de la fuente. Durante la noche, los niveles de sonido en exteriores a un metro de las fachadas de las casas no deben exceder 45 dB LAeq para que las personas puedan dormir con las ventanas abiertas. Ese valor se obtuvo al suponer que la reducción del ruido exterior al pasar al interior por una ventana abierta es de 15 dB. Para conversar sin interferencia en interiores durante el día, el nivel del ruido no debe ser mayor de 35 dB LAeq. El nivel máximo de presión sonora se debe medir con el medidor de presión sonora fijado en “Fast”.
Para proteger a la mayoría de las personas de ruidos muy molestos durante el día, el nivel de sonido exterior proveniente del ruido continuo no debe exceder 55 dB LAeq en balcones, terrazas y áreas exteriores. Durante el día, el nivel de ruido moderadamente molesto no debe exceder 50 dB LAeq. Cuando resulte práctico y factible, el nivel más bajo de sonido en exteriores se debe considerar como el nivel máximo de sonido aconsejable para un nuevo evento.
 
Escuelas y centros preescolares. En las escuelas, los efectos críticos del ruido son la interferencia en la comunicación oral, disturbios en el análisis de información (por ejemplo en la comprensión y adquisición de lectura), comunicación de mensajes y molestias. Para poder oír y comprender los mensajes orales en el salón de clase, el nivel de sonido de fondo no debe ser mayor de 35 dB LAeq durante las clases. Para los niños con deficiencia auditiva, se puede requerir incluso un nivel de sonido inferior. El tiempo de reverberación en el salón de clase debe ser de 0,6 segundos y de preferencia, inferior para niños con deficiencia auditiva. En las salas de reuniones y cafeterías escolares, el tiempo de reverberación debe ser de menos de 1 segundo. En los campos de juego, el nivel de sonido del ruido de fuentes externas no debe exceder 55 dB LAeq, el mismo valor dado para áreas residenciales exteriores durante el día.
Para los centros preescolares se aplican los mismos efectos críticos y valores guía de las escuelas. Durante las horas de descanso en dormitorios de centros preescolares se deben aplicar los valores guía para dormitorios de viviendas.
 
Hospitales. Para la mayoría de espacios de los hospitales, los efectos críticos son trastorno del sueño, molestia e interferencia en la comunicación oral, incluidas las señales de alarma. El LAmax de sucesos de sonido durante la noche no debe exceder 40 dB(A) en interiores. Para los pabellones de hospitales, el valor guía en interiores es de 40 dB LAmax durante la noche. Durante el día y la tarde, el valor guía en interiores es de 30 dB LAeq. El nivel máximo se debe medir con el medidor de presión sonora fijado en “Fast”.
Debido a que los pacientes tienen menor capacidad para enfrentar el estrés, el nivel LAeq no debe ser mayor de 35 dB en la mayoría de habitaciones donde se trata y revisa a los pacientes. Se debe prestar atención a los niveles de sonido en las unidades de cuidados intensivos y en las salas de operaciones.
Las incubadoras con sonidos en el interior pueden generar problemas de salud a los recién nacidos, incluidos trastorno del sueño y deficiencia auditiva. Se requiere mayor investigación para establecer valores guía de sonido en incubadoras.
 
Ceremonias, festivales y eventos recreativos. En muchos países se realizan ceremonias, festivales y eventos regulares para celebrar ciertos acontecimientos. Por lo general, esos sucesos producen sonidos fuertes, incluida la música y sonidos de impulso. Existe preocupación respecto al efecto de la música fuerte y sonidos de impulso en los jóvenes que asisten frecuentemente a conciertos, discotecas, salas de video, cines, parques de diversión y eventos al aire libre. En esos eventos, el nivel de sonido generalmente sobrepasa los 100 dB LAeq. Esa exposición podría generar deficiencia auditiva significativa después de asistencias frecuentes.
En esos locales se debe reglamentar la exposición ocupacional de los empleados y como mínimo, se deben aplicar las mismas normas a los clientes. Los clientes no deben estar expuestos a niveles de sonido por encima de 100 dB LAeq durante un período de cuatro horas más de cuatro veces al año. Para evitar la deficiencia auditiva aguda, el LAmax siempre debe estar por debajo de 110 dB.
 
Audífonos. Para evitar deficiencias auditivas provocadas por música a través de audífonos en adultos y niños, el nivel de sonido equivalente durante 24 horas no debe exceder 70 dB(A). Eso implica que para una exposición diaria de una hora, el nivel LAeq no debe ser mayor de 85 dB(A).
Para evitar deficiencias auditiva agudas, el LAmax siempre debe estar por debajo de 110 dB(A).Las exposiciones se expresan con el nivel de sonido equivalente en el campo libre.
 
Juguetes, fuegos artificiales y armas de fuego. Para evitar un daño mecánico agudo en el oído interno provocado por sonidos de impulso de juguetes, fuegos artificiales y armas de fuego, los adultos nunca deben estar expuestos a niveles de presión sonora de más de 140 dB(lin). Para los niños cuando juegan, la presión sonora máxima producida por los juguetes no debe exceder 120 dB(lin), medida cerca del oído (100 mm). Para evitar deficiencias auditivas agudas, el LAmax siempre debe estar por debajo de 110 dB(A).
 
Parques y áreas de conservación. Se deben preservar las áreas exteriores tranquilas y mantener una proporción baja de señal en relación con el ruido.
 
Citación estilo Chicago :
OMS ( Organización mundial de la salud), «Guías  para el ruido urbano»(Fecha de publicación  Abril 1999[citado Noviembre 2011]ed.Birgitta Berglund,Thomas Lindvall,Dietrich H Schwel;disponible en :http://ecuacoustics.com/docs/oms.pdf

EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA SOBRE LA SALUD

LINK: http://sanidadambiental.com/wp-content/uploads/revista/RSA%20v7%20n2.pdf#page=5
Esta fuente es confiable ya que cuenta con el ISSN ya que es una revista científica reconocida también contiene los autores del artículo, incluida la bibliografía y la manera de poder localizar al autor.
 
El contaminante acústico está constituido por sonidos simples y/o complejos cuya base es una magnitud física de naturaleza ondulatoria que se desplaza por un medio elástico. Las ondas sonoras se generan en una fuente por la vibración de una superficie que se encuentra en contacto con el medio de propagación.
EFECTOS ADVERSOS DEL RUIDO SOBRE LA SALUD
Por la demostrada relación entre ruido y efectos auditivos, de una forma didáctica se puede ofrecer una clasificación que los divide inicialmente entre efectos auditivos y extra auditivos. Entre estos últimos se encuentran los efectos somáticos (cardiovasculares, hormonales, respiratorios, sobre el sueño, gastrointestinales), los efectos psicológicos (malestar, alteraciones en el aprendizaje y el rendimiento) y los efectos psiquiátricos.
 
Efectos sobre la audición
La deficiencia auditiva se define como un incremento en el umbral de audición. Puede estar acompañada de zumbido de oídos (tinnitus o acúfenos) La deficiencia auditiva causada por ruido se produce predominantemente en una banda de frecuencia de 3.000 Hz a 6.000 Hz, ocurriendo el efecto más importante en los 4.000 Hz.
Su causa reside en la muerte y pérdida progresiva de las células ciliadas del oído interno, ya que no se regeneran. El daño se produce como consecuencia de la intensidad del sonido, independientemente de su origen: resultan tan nocivos los 120 dB de un avión despegando como una sinfonía de Mozart escuchada a 120 dB. Los efectos del ruido sobre la audición son acumulativos a lo largo de toda la vida. Algunos factores favorecen el daño celular auditivo y su progresión: hipertensión arterial, dietas ricas en grasas, inhalación de monóxido de carbono.
El grado de deficiencia auditiva en poblaciones expuestas al ruido ocupacional depende, del número de años de exposición al ruido y de la sensibilidad del individuo. . La propensión a la deficiencia se da por igual en hombres y mujeres.
Se conocen una serie de factores que influyen en la lesión auditiva inducida por el ruido:
• La intensidad: el umbral de nocividad del ruido se sitúa entre 85 y 90 dB(A).
• La frecuencia: las frecuencias superiores a 1.000 Hz son más perjudiciales.
• La duración de la exposición.
• La susceptibilidad individual.
• La edad: el efecto del ruido se puede sumar a la presbiacusia.
• La vulnerabilidad coclear: en aquellas personas a las cuales se les han eliminado los sistemas automáticos de protección de las células ciliadas del oído interno, como en la cirugía de la otosclerosis y de las timpanoplastias.
El ruido interfiere en la comunicación oral. La mayor parte de la energía acústica del habla está en la banda de frecuencias de 100 Hz a 6.000 Hz, con una intensidad variable entre 30 dB y 70 dB. La señal más constante se encuentra entre 300 Hz y 3.000 Hz. Cuando se escuchan mensajes complicados (en la escuela, en lengua extranjera o en una conversación telefónica), la razón de la señal en comparación con el ruido debe ser al menos de 15 dB con un nivel de voz de 50 dB(A). Ese nivel de ruido corresponde en promedio a un nivel casual de voz en hombres y mujeres ubicados a un metro de distancia. En consecuencia, para una percepción clara del habla, el nivel de ruido de fondo no debe ser mayor de 35 dB(A).
La interferencia en el habla es básicamente un proceso de enmascaramiento, en el cual el ruido simultáneo impide la comprensión. El ruido ambiental también puede enmascarar otras señales acústicas importantes para la vida cotidiana, tales como el timbre de la puerta o del teléfono, la alarma de los relojes despertadores o contra incendios, otras señales de advertencia y la música. En el ámbito laboral esto representa una disminución de la seguridad laboral, ya que el trabajador recibe con dificultad el aviso de un posible peligro y le obliga a utilizar una intensidad vocal alta, realizando un sobreesfuerzo vocal que puede desencadenar una disfonía disfuncional.
Las frecuencias agudas, las más afectadas por la pérdida auditiva, son las que transportan la información que nos permite distinguir unas palabras de otras. El sujeto pierde información al oír que le hablan pero no entiende la totalidad de lo que le dicen. Para superarlo, tanto el locutor como el receptor deben hacer esfuerzos suplementarios que en muchas ocasiones acaban en fatiga, irritación, agresividad, aislamiento o incluso en depresión.
La dificultad para entender la conversación cotidiana está influenciada por el nivel del habla, la pronunciación, la distancia entre el hablante y el oyente, las características del ruido circundante, la agudeza auditiva y el nivel de atención. El tiempo de reverberación de más de un segundo produce una pérdida en la discriminación del habla y hace que la percepción sea más difícil. Para que los oyentes con audición normal entiendan una oración completa, la relación de la señal con el ruido (la diferencia entre el nivel del habla y el nivel del ruido que interfiere) debe ser al menos de 15 dB(A). Debido a que el nivel de presión sonora de la comunicación normal es de aproximadamente 50 dB(A), el ruido con niveles de 35 dB(A) o más interfiere en la comunicación oral en habitaciones pequeñas. Para una adecuada comprensión del habla, los niveles de ruido de fondo deben ser los más bajos posibles en aulas o salas de conferencias o en grupos sensibles, para lo que se requieren niveles de fondo menores y tiempos de reverberación por debajo de 0,6 s.
El cansancio o fatiga auditiva causados por ruidos molestos en realidad representan una respuesta fisiológica de protección del oído hacia sonidos de intensidad elevada, de más de 90 dB. Se manifiestan como una elevación temporal del umbral de audición después de haber cesado la emisión del ruido, apreciándose por tanto un descenso transitorio de la capacidad auditiva sin producirse lesión orgánica. La recuperación del umbral de audición puede tardar un tiempo, pero algunos factores conducen a la persistencia del déficit auditivo:
• La intensidad del ruido recibido: cuanto más intenso sea, mayor es el desplazamiento del umbral de audición y, por lo tanto, más lenta la recuperación.
• El tiempo de exposición: cuanto más larga y/o reiterada sea la duración de la exposición más lenta es la recuperación.
• Las frecuencias afectadas: afecta a las frecuencias próximas a las del ruido expuesto, pero especialmente a las frecuencias altas. Independientemente de las frecuencias del ruido fatigante, las frecuencias alrededor de los 4.000 Hz tardan más en recuperarse.
 
Efectos sobre el sueño
El sueño ininterrumpido es un prerrequisito para el buen funcionamiento fisiológico y mental. El descanso requiere que el nivel de sonido equivalente no exceda de 30 dB(A) para el ruido continuo de fondo y se debe evitar el ruido episódico por encima de 45 dB(A). El ruido ambiental produce trastornos primarios y secundarios del sueño. Los efectos primarios consisten en dificultad para conciliar el sueño (aumento en la latencia del sueño), interrupción del sueño, alteración en su profundidad (disminuye el tiempo dedicado a las fases más profundas, las fases REM, necesarias para un sueño reparador, lo que implica que el sujeto suele levantarse con sensación de cansancio), cambios en la presión arterial y en la frecuencia cardíaca, vasoconstricción, variación en la respiración, y mayores movimientos corporales. Los efectos secundarios o posteriores en la mañana o días siguientes se presentan bajo una percepción de menor calidad del sueño, fatiga, depresión y reducción del rendimiento.
La probabilidad de ser despertado aumenta con el número de eventos de ruido por noche, especialmente cuando aumenta la diferencia entre los niveles de sonido de un ruido y los niveles de sonido de fondo, en lugar del nivel de ruido absoluto. Se debe tener en cuenta la intermitencia del ruido para fijar límites de exposición al ruido durante la noche. También se debe prestar atención especial a las fuentes de ruido en un ambiente con bajos niveles de presión sonora de fondo, a las combinaciones de ruido y vibraciones y a las fuentes de ruido con componentes de baja frecuencia (p. ej. sistemas de ventilación).
 
 Efectos sobre la función cardiovascular
La exposición prolongada a altos niveles sonoros en individuos susceptibles causa alteraciones pasajeras del ritmo cardíaco y excitabilidad vascular por efectos del ruido sobre el sistema neurovegetativo, a través de la acción de las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina). El efecto cardiovascular de niveles de ruido industrial durante 5 a 30 años, así como exposiciones a largo plazo al ruido del tráfico con valores de LAeq,24h de 65dB(A)-70 dB(A), se han vinculado a cardiopatía isquémica y, en menor medida, a hipertensión arterial, si bien las asociaciones son débiles. La magnitud y duración de los efectos se determinan, en parte, por las características individuales, el estilo de vida y las condiciones ambientales. Los sonidos de intensidad no elevada también provocan respuestas neurovegetativas bajo el reflejo de defensa, en particular cuando son poco familiares y aparecen súbitamente.
Efectos hormonales
El ruido accede al hipotálamo por vías extra auditivas, activa el eje hipotalamohipofisario y acaba desencadenando una sobreproducción de las hormonas del estrés: adrenalina y noradrenalina. Su efecto es similar al del miedo y la tensión: aumento de pulsaciones, modificación del ritmo respiratorio, aumento de la tensión muscular, incremento de la presión arterial, aumento de la resistencia de la piel, afinamiento de la agudeza de visión y vasoconstricción periférica. Son efectos no permanentes y desaparecen al cesar el ruido.
Algunos estudios han aportado datos de aumento de las cifras de cortisol plasmático y alteraciones en los ciclos menstruales de las mujeres asociados a elevados niveles de ruido.
 
Efectos digestivos
La interrupción del descanso reparador durante el sueño puede asociarse a un incremento de la enfermedad gastroduodenal al aumentar la secreción ácida en el estómago.
 
Efectos sobre la salud mental
El ruido ambiental no causa directamente enfermedades mentales, pero puede acelerar e intensificar el desarrollo de trastornos mentales latentes. La exposición a altos niveles de ruido ocupacional se ha asociado con el desarrollo de neurosis, aunque los resultados de la relación entre ruido ambiental y efectos sobre la salud mental todavía no son concluyentes.
 
Efectos sobre el aprendizaje y el rendimiento
Se ha demostrado que el ruido puede perjudicar el rendimiento de los procesos cognitivos principalmente en trabajadores y niños. Si bien un incremento provocado del ruido puede mejorar el rendimiento en tareas sencillas a corto plazo (incluso en el caso del aumento de la concentración en estudiantes que memorizan con la música alta), el rendimiento cognitivo se deteriora sustancialmente en tareas más complejas. Los efectos cognoscitivos más afectados por el ruido son la lectura, la atención, la solución de problemas y la memorización. El ruido también puede actuar como estímulo de distracción y el ruido súbito puede producir un efecto desestabilizante como resultado de una respuesta ante una alarma.
La exposición al ruido también afecta negativamente al rendimiento. En las escuelas situadas alrededor de los aeropuertos, los niños expuestos crónicamente al ruido de aviones tienen problemas en la adquisición y comprensión de la lectura, en la persistencia para completar rompecabezas difíciles y en la capacidad de motivación. Algunas de las estrategias de adaptación al ruido de los aviones y el esfuerzo necesario para desempeñar adecuadamente una tarea tienen su precio, ya que los niños que viven en áreas más ruidosas presentan alteraciones en el sistema nervioso simpático, manifestadas con mayores niveles de la hormona del estrés y una presión sanguínea más elevada en estado de reposo. El ruido también puede producir deficiencias y errores en el trabajo, así algunos accidentes pueden indicar un rendimiento deficiente.
 
Efectos sociales y sobre la conducta
El ruido, además de molestia, puede producir varios efectos sociales y conductuales. Estos efectos a menudo son complejos, sutiles e indirectos, y aparecen como el resultado de la interacción de diversas variables no auditivas. El efecto del ruido urbano sobre la molestia se puede evaluar con cuestionarios o estudios del trastorno de actividades específicas. Sin embargo, se debe reconocer que niveles similares de ruido del tráfico o de la industria causan diferentes grados de molestia. Esto se debe a que la molestia en las personas varía no sólo con las características del ruido, incluida la fuente del ruido, sino que depende en gran medida de muchos factores no acústicos de naturaleza social, psicológica o económica. La correlación entre la exposición al ruido y la molestia general es mucho mayor en un grupo que en un individuo.
El ruido por encima de 80 dB(A) también puede reducir la actitud cooperativa y aumentar la actitud agresiva.
Durante el día pocas personas se sienten altamente perturbadas por niveles de LAeq por debajo de 55 dB(A), y pocas se sienten moderadamente perturbadas con niveles de LAeq por debajo de 50 dB(A). Los niveles de sonido durante la tarde y la noche deben ser 5 dB a 10 dB menores que durante el día. El ruido con componentes de baja frecuencia requiere valores guía inferiores. Para el ruido intermitente se debe considerar el nivel máximo de presión sonora y el número de sucesos de ruido. Las reacciones temporales más fuertes ocurren cuando la exposición aumenta con el tiempo, en comparación con una exposición constante. En la mayoría de casos, LAeq,24h y Ldn son aproximaciones aceptables de la exposición al ruido relacionada con la molestia. No existe consenso sobre un modelo para la molestia total debida a la combinación de fuentes de ruido ambiental. Por ejemplo, el ruido puede interferir la comunicación oral durante el día y perturbar el sueño durante la noche, como ocurre en zonas residenciales con alta contaminación por el ruido.
Se han observado reacciones más fuertes cuando el ruido está acompañado de vibraciones y componentes de baja frecuencia o impulsos.
  
 Citación estilo Chicago :
Serafín Sánchez Gómez ,»Efectos de la contaminación acústica sobre la salud» ,Revista de salud ambiental  volumen VII, numero[ 2](Diciembre 2007 [citado-Noviembre 2011]) ed: Javier Parra Gasent , disponible en: http://sanidadambiental.com/wp-content/uploads/revista/RSA%20v7%20n2.pdf#page=5
 

AUTORES

Carlos Roberto Marquez Olivas            256972

Marco Antonio Jurado Ceniceros         256997

Diego Ulises Ramos Perez               257011


CONCLUSIÓN

La contaminación auditiva es mala ya que como vimos en los casos anteriores no solo afecta a los órganos auditivos sino que también afecta a otros órganos y asta nos puede afectar mentalmente.

Este tipo de contaminación no se puede eliminar en su totalidad,ya que nunca podremos evitar el ruido de la ciudad pero podemos ,hacer ciertas cosas para evitar algunos aspectos como por ejemplo :

  • Utilizar los audífonos con volumen bajo o evitar el uso de los mismos .
  • otra manera seria evitar ruidos muy fuertes en lugares encerrados.